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Channel: Said Retro
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Los Go Karts de Cuernavaca

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Yo aprendí a manejar cuando apenas tenía 8 años, lo digo en serio. Mi padre tuvo a bien confiarme su flamante Safari de Volkswagen en una de las carreteras de Chihuahua. Todo lo hizo para hacerle una broma a mi abuela y su hermana que nos iban a ir a visitar. El riesgo era mínimo, la carretera estaba más sola que la biblioteca de Peña Nieto. Lo más que podía haber pasado era que yo atropellara al Correcaminos o a su némesis el Coyote.

A los 15 años yo ya manejaba en la Ciudad de México y a los 16 ya me iba hasta Cuernavaca en el Datsun de mi mamá. Las visitas eran frecuentes, el motivo era caerle junto con mis amigos y mi novia a los Go Karts que se encontraban en la Av. Domingo Diez. Era un lugar padrísimo, el kartodromo de Cuernavaca contaba aparte con canchas de tenis y un pequeño golfito en donde yo jugaba a ser Jack Nicklaus, algo así como el Tiger Woods de aquellos tiempos.

Luego de visitarlo muchos años por alguna razón que no entiendo dejé de asistir a ese lugar en donde la pasaba tan bien. La ciudad cambió y pronto le perdí la pista. Gracias a internet y Google Maps hace unos días lo encontré de nuevo. Francamente los alrededores están irreconocibles, incluso dudé si era el mismo que yo conocí allá por los ochentas. Hoy queda poco de lo que era antes. Se construyo una gran tienda de autoservicio, un Walmart. Lo que era un pequeño camino que permitía el acceso desde la calle a través de una puerta ahora es una avenida que lleva por nombre Paseo del Conquistador. Junto con el Walmart encontré un par de gasolineras que tampoco existían.  Del golfito y mis aspiraciones por ganar el Campeonato de la PGA no queda nada y las canchas de tenis parece que ahora son propiedad de La Salle Cuernavaca unidad Amanalco aunque no estoy seguro si son las mismas.

Pese a que todo cambió, la emoción que sentí al volver a estar ahí fue indescriptible e inexplicable, bueno no, sÍ es explicable, se explica perfectamente por mi ya conocida e incurable enfermedad llamada “nostalgia”. Parado ahí, frente a los Go Karts recordé todas las veces que estuve a punto de perder la vida en un trágico accidente a la exorbitante velocidad de 5km/h. Y es que por más que le dábamos propina a los encargados para que le “menearan” al cochecito y así pudiera correr más, lo cierto es que daban hueva las competencias que organizábamos. En ese entonces y aun ahora había coches individuales y dobles, si los individuales corrían lentos ya se imaginarán los dobles. De cualquier modo de que nos divertíamos y la pasábamos bien, eso que ni que.

Ahora que estuve ahí quedé sorprendido de ver la velocidad que alcanzaban los cochecitos, luego me enteré que esos eran privados, de competencia. Cuando terminó la competencia entraron los normales y qué creen, pues siguen a paso de tortuga. Yo que soy harto metiche estuve platicando con el propietario de uno de los Go Karts de competencia y me orgulloso me enseñó su cochecito. El juguetito me dijo que cuesta 300 mil pesotes y tiene 6 cambios, cosa muy diferente a los que rentan a 100 pesos por 15 minutos. Le pregunté qué velocidad alcanzaban y me dijo que el suyo lo ha corrido a 260km/h. en un autódromo, no ahí porque es muy pequeño el circuito.

Estuve casi una hora recordando los viejos tiempos y deseando, como ocurre en estos casos, que el tiempo regresara para yo poder volver a vivir aquellas aventuras pubertas que tuve. Lo cierto es que si antes me costaba trabajo subirme a esos diminutos cochescitos hoy no lo hubiera logrado, el tiempo no pasa en vano y los kilos son los kilos. Me retiré de ahí no sin antes tomar unas fotos y algo de video para llevarme un bonito recuerdo a casa, digo no vaya a ser que un día de estos terminen por desaparecer como le ha ocurrido a muchas cosas de mis tiempos. Yo deseo larga vida a los Go Karts de Cuernavaca y claro al resto de mis sobrevivientes recuerdos.

Lamentablemente no encontré fotos del kartodromo en los 80s pero hay una foto en Google Earth de 2004 que deja ver más o menos cómo era el lugar antes de que construyeran el Walmart. Si alguien tiene fotos de ese tiempo agradeceré me las hagan llegar para incluirlas aquí. 


Así se veía el lugar en 2004 antes de que construyeran el Walmart, el segundo
kartodromo desapareció.

Actualmente solo queda uno de los dos circuitos.

No ha cambiado mucho el lugar.

En esta foto se aprecian los karts sencillos y los dobles, creo que son los
mismos a los que yo me subí allá en los 80s.

Competencia de Go Karts privados. Estos sí jalan con madre.

Zona de pits.

Esta curva tiene un peralte como aquella que desapareció en el Autódromo
Hermanos Rodríguez de la Ciudad de México.

Esta amigo fue el que me dio la información de los Go Karts de competencia.

Go Kart de competencia, el juguetito cuesta nada más 300 mil pesos.

Chulada de cochecito.


Los tiempos pasados no fueron mejores… ¡pero sí más chidos!


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